Esto disparó la critica de los inversores contra la Reserva Federal (FED) por falta de control y supervisión para evitar una debacle financiera.
Ante esto y luego de que las autoridades lanzaron un paquete de medidas para asegurar la devolución de los depósitos a los ahorristas, la FED anunció hoy en Washington que el vicepresidente de Supervisión, Michael Barr, tendrá a su cargo la revisión de la supervisión y regulación de Silicon Valley Bank, a la luz de su quiebra y que los resultados del relevamiento se publicarán el 1° de mayo.
En un comunicado, el presidente de la FED, Jerome Powell, afirmó que «los acontecimientos que rodean a Silicon Valley Bank (SVB) exigen una revisión exhaustiva, transparente y rápida por parte de la Reserva Federal».
«Necesitamos tener humildad y realizar una revisión cuidadosa y exhaustiva de cómo supervisamos y regulamos esta empresa, y qué debemos aprender de esta experiencia», dijo el vicepresidente Barr, que fue designado al frente de la auditoría.
Las preocupaciones sobre lo que se avecina llevó a Wall Street a cerrar con ligeras pérdidas aunque otras acciones como las tecnológicas lograron surfear la crisis y cerraron en terreno positivo ya que creen que la FED no adoptará una postura muy agresiva en la reunión de la próxima semana en lo que respecta a las tasas de interés.
El promedio industrial Dow Jones bajó 0,3%, el índice ampliado S&P 500 retrocedió 0,2% y el indicador tecnológico Nasdaq subió 0,5%, de acuerdo con datos proporcionados por el New York Stock Exchange (NYSE).
Las caídas más fuertes nuevamente provinieron de los bancos y otras compañías financieras. A los inversores les preocupa que un aumento fuerte de las tasas de interés destinado a controlar la inflación se esté acercando a un punto de inflexión y pueda estar resquebrajando el sistema bancario.
Las críticas sobre los canales de supervisión se centran no sólo sobre la FED sino también sobre los auditores externos del SVB y otras entidades financieras en problemas, poniendo en juego el prestigio de las denominadas «Big Four», las cuatro grandes firmas de auditoría contable que dan el visto bueno a los balances de las entidades financieras.
El gobierno de EEUU anunció un plan el domingo por la noche destinado a reforzar la confianza en la industria bancaria luego de los colapsos de Silicon Valley Bank y Signature Bank.
Ahora, los bancos regionales están en el ojo del huracán y durante la jornada las pérdidas se acumularon a un ritmo frenético afectando a las acciones de los bancos First Republic, que se hundió 62%; West Alliance Bancorp, con una baja de 47%; y PacWest Bancorp, con un rojo de 21%.
El mensaje que los inversores están enviando hacia la FED y el Departamento del Tesoro de EEUU es que las medidas de emergencia, que incluyen garantizar el dinero de todos los depositantes y proporcionar condiciones de préstamo más fáciles a los bancos apretados por el efectivo, pueden no ser suficientes para proteger a los bancos.
Tal es la magnitud de la crisis del sistema financiero que logró opacar el anuncio de la monumental compra por parte de la farmacéutica Pfizer de la compañía médica Seagen, líder en la producción de terapias contra el cáncer por la cual pagó 43.000 millones de dólares, en una de las mayores adquisiciones de los últimos años.
En el corto plazo la atención de los inversores se focaliza en la publicación de los índices de inflación que se difundirán mañana con los cuales la FED podrá definir la magnitud del ajuste de su tasa de referencia.
Hasta el viernes pasado el mercado proyectaba que la FED va a ajustar la tasa en 50 puntos básicos la semana próxima, pero dada la profundidad de la crisis desatada en el sector bancario muchos apuestan que el porcentaje será más cauteloso, en torno a 25 puntos.
El banco de inversión Goldman Sachs publicó hoy en una nota que la FED podría evitar incluso ajustar la tasa en su próxima reunión del miércoles 22 de marzo, para evitar que más entidades financieras puedan entrar en problemas.
La frenética demanda de Bonos del Tesoro, provocó que los rendimientos de algunas notas cayeran más de medio punto porcentual debido a que los operadores e inversores consideran que es poco probable que la FED aumente las tasas de interés y que la recesión ahora es casi inevitable.
El sistema estadounidense de bancos federales de préstamos hipotecarios, una fuente clave de efectivo para los prestamistas regionales, está aumentando la cantidad de efectivo que tiene disponible para desplegar a medida que la quiebra de SVB aumenta las expectativas de que más bancos necesitarán ayuda, según consignó la agencia Bloomberg.
Las autoridades financieros presentaron ayer un plan de rescate para proteger los fondos de los depositantes del SVB, con colocaciones hasta 250.000 dólares. El Departamento del Tesoro, la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos anunciaron conjuntamente medidas que incluyen un programa de financiamiento bancario, manejado por la FED.
Este programa permite a los bancos colocar los bonos del Tesoro, cuyo valor ha disminuido considerablemente durante el año pasado, en la FED y recuperar su valor nominal en forma de préstamo a un año.